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Fintech, motor de inclusión financiera y progreso económico en A. Latina
Mié, 13/03/2019 - 08:58

Luis Maldonado

Luis Maldonado
Luis Maldonado

Luis Maldonado es profesor en IE Business School.

Dentro de los factores que a nivel global supusieron el despegue de lo que hoy conocemos como Fintech, están la simultánea madurez de determinadas tecnologías (Big Data, Inteligencia Artificial, capacidad de procesamiento, tecnología en la nube, etc.) y el contexto regulatorio y de mercado surgido a raíz de la crisis financiera iniciada en 2007. Ambos factores actuaron, por diversas razones, de manera mucho más rápida en las principales economías mundiales (Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, etc.), haciendo de estos países los principales valedores y motores de Fintech. Posteriormente, algunos países consiguieron convertirse por méritos propios en verdaderos líderes punteros en el desarrollo de soluciones y en la rápida adopción de las mismas. Cabe destacar en este sentido a China, India, Singapur y Australia.

Esta tendencia descrita viene avalada por el origen del capital levantado por las Fintech en los últimos años. Según datos de CB Insight, desde 2013, cerca de 950 empresas han levantado a nivel global más de US$50 billones. La mayor parte del capital ha sido obtenido por empresas en Estados Unidos (56%), seguidas de Europa y de Asia, con un 18% y un 17%, respectivamente.

El hasta ahora modesto tamaño del sector Fintech en Latinoamérica queda reflejado en el capital levantado por compañías de la región, que representa entorno al 2% del total, siendo Brasil el país que más financiación ha recibido. Es más, de los algo más de 30 "Unicornios" (empresas con una valoración superior a US$1 billón) que existen en Fintech a nivel global, el único de origen latinoamericano es Nubank, banco digital brasileño con una última valoración de US$4 billones.

La cuestión ahora es si ha llegado el momento de que se produzca el verdadero despegue de Fintech en Latinomérica. A pesar de partir de un tamaño más pequeño, es indudable el potencial de crecimiento del mercado, en una región en la que el nivel de bancarización es todavía muy bajo, con un 45% de la población sin acceso a cuenta bancaria, según los últimos datos del Global Findex publicados por el Banco Mundial. Si combinamos este dato con la creciente tasa de penetración de telefonía móvil, del 67% en Latinoamérica (GSMA, 2018), en la intersección de ambos existe un elevado potencial para incrementar la inclusión financiera y encontrar modelos de negocio interesantes para las Fintechs.

Muestra de este dinamismo del sector Fintech en Latinoamérica es el incremento de 66% en el número de compañías, pasando de 703, en 2017, a un total de 1.166, en 2018, según los datos del último estudio llevado a cabo por el BID y Finnovista (*).

Por verticales de negocio, Pagos y Préstamos siguen siendo los sectores más dinámicos, copando más del 42% de las compañías operativas en la región, en una tendencia bastante consistente con lo que sucede a nivel global. Sin embargo, a medida que aumenta la tasa de penetración de estas soluciones de pagos y de acceso a financiación, la industria Fintech se va expandiendo a otros segmentos de negocio, como gestión de finanzas empresariales, organización de las finanzas personales o robo-advisors. Hoy, uno de los segmentos que mayor tasa de crecimiento muestra en Latinomérica es el de los Bancos Digitales, que ya cuenta con modelos de negocio muy desarrollados en otras partes del mundo, como Revolut o N26, y que cuenta como gran ejemplo regional, al mencionado Nubank brasileño.

En cuanto a la distribución geográfica, siempre según el referido estudio del BID y Finnovista, cinco países concentran el 86% del total de la actividad de la región: Brasil (33%); México (23%); Colombia (13%); Argentina (10%); Chile (7%).

Otra muestra más de la juventud del sector Fintech en Latinoamérica es el elevado número de Fintechs que operan únicamente en un país, hasta un 68% del total. En general, se trata de compañías que todavía están consolidando sus mercados nacionales de origen. Aquellas con modelos de negocio probados que van accediendo a sucesivas rondas de financiación comienzan a plantear estrategias de internacionalización, tanto a nivel regional, como hacia terceros mercados, fundamentalmente Estados Unidos, Europa y, en menor medida, Asia.

El sector Fintech es un sector que contribuye cada vez más a la generación de puestos de trabajo en la región, estimándose un número medio de 32 empleos directos en cada Fintech. Por tanto, el sector se presenta como una oportunidad importante también para contribuir como industria a esa generación.

Por último, hay que destacar los aspectos institucionales y el entorno regulatorio que rodean a las Fintech. Por un lado, está aumentando el número de iniciativas de asociación y representación de los intereses de las Fintech en la región, así como los espacios de innovación y experimentación, promocionados por bancos, aceleradoras o instituciones multilaterales. Por otro lado, cabe destacar algunas iniciativas regulatorias recientes de especial interés en la región: la Ley Fintech de México (2018), la regulación del crowdfunding en Argentina (2018) y Brasil (2017), y la aprobación de unos principios orientadores de la regulación Fintech para los países de la Alianza del Pacífico (2018). Además, algunos países, como México, Brasil y Colombia han anunciado la creación de sandboxes, como espacios de innovación y colaboración con los supervisores.

Todos estos elementos están contribuyendo, sin lugar a duda, a crear un entorno cada vez más favorable y propicio para que Latinomérica pueda maximizar el potencial que ofrecen las Fintech, acelerando así la inclusión financiera y el progreso económico.

(*) BID, Finnovista (2018) Informe Fintech en América Latina 2018: crecimiento y consolidación.

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