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Por qué los unicornios están en todos los lados, menos en A. Latina
Jue, 22/03/2018 - 13:27

Murilo Arruda

Por qué los unicornios están en todos los lados, menos en A. Latina
Murilo Arruda

Murilo Arruda es fundador y CEO de Show Me The Money y Genes Outplacement.

Los dinosaurios dominaron el mundo. Vemos sus restos en todos los continentes. Gracias a la evolución pudieron adaptarse y sobrevivir en cualquier lugar del planeta. Un dinosaurio, al igual que cualquier ser vivo, necesita comida, luz, energía, etc., para vivir. Un unicornio (empresa avaluada en más de mil millones de dólares), necesita mucho más que eso para sobrevivir. Es por esto que buscan los mejores ambientes del mundo globalizado. Escogen dónde van y principalmente, dónde no hace sentido estar.

En los últimos meses, he leído decenas de libros sobre los unicornios y sus dueños. Linkeando todas estas historias, llegué a una conclusión: si bien América Latina tiene todo lo que se necesita para desarrollar una manada de unicornios, también tiene una característica regional que hace que se desplacen hacia otra parte del mundo, y no se mantengan acá: la mentalidad tradicional de los 800 millones de habitantes de esta región.

Acabo de terminar de leer el libro que describe los inicios de Instragram hasta su venta billonaria a Facebook. Es la historia de una app genial que se volvió famosa y global porque sus usuarios -americanos y europeos en su mayoría-, antes de criticar, decidieron usarla. No se cuestionaron si debían o no probarla; simplemente lo hicieron. Descargaron, probaron y se formaron su opinión, buena o mala, pero probaron, y en el intertanto le dieron la oportunidad de hacerse conocida.

La mentalidad latinoamericana es de evaluar, dudar, criticar, ponerse en el peor escenario posible, esperar, esperar a que el vecino ambicioso e innovador la pruebe para saber su opinión, y si todo va bien, bajar la app gratis, para saber qué es. Millones de personas jugando en contra de la innovación del emprendimiento. La excepción a esta regla es si la innovación es extranjera y famosa. Ahí es cool al instante, característica clara de que somos fast-followers, no innovadores. 

Mi punto acá como emprendedor e innovador en América Latina -creador de proyectos que ya despegaron y otros que aún no- es advertir de la clara oportunidad que tenemos como región. Oportunidad que diariamente tiramos a la basura, al cuestionar que nuestras empresas, startups, innovaciones o disrupciones no están al nivel de aquellas nacidas en otros continentes.

Tenemos todo: gente brillante, buenas ideas, un montón de problemas por resolver, gente arriesgada y el capital para innovar. Pero lo que nos falta es eliminar nuestra reticencia como usuarios finales a que nuestros emprendimientos tengan sus headquarters en Lima, Bogotá, Santiago, Sao Paulo y no Silicon Valley. Necesitamos centenares de Unicornios en la región y para ello sólo debemos creer que es posible en este lado del mundo.

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