Los altos precios en seguridad que ha debido pagar EE.UU. tras el 11-S
Nueva York. Los turistas van a Times Square en busca de las luces brillantes y los espectáculos de Broadway. Allí se encuentran con otro espectáculo: policías con cascos y ametralladoras vigilando la estación de metro pendientes de posibles agresores u hombres armados.
Diez años después de los ataques del 11 de septiembre del 2001, Estados Unidos ha alterado el equilibrio entre libertad y seguridad, transformando a una sociedad abierta e informal en otra siempre vigilante.