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La desaparición de la tasa Libor
Mié, 10/04/2019 - 14:06

Javier Castro

La desaparición de la tasa Libor
Javier Castro

Javier Castro es socio del Estudio Echecopar, asociado a Baker & McKenzie International.

La tasa Libor (London InterBank Offered Rate) es la tasa de referencia que utilizan los bancos para fijar los intereses que cobran a sus clientes por los préstamos a mediano y largo plazo. Se utiliza también para realizar operaciones de derivados financieros. Se empezó a usar en 1986, fue publicada todos los días por la Asociación de Banqueros Británicos (BBA) hasta 2012, y actualmente es publicada por el ICE Benchmark Administration Limited (IBA).

Esta es la tasa de referencia más utilizada a nivel mundial y se publica para cinco divisas: dólar, euro, libra esterlina, yen y franco suizo. Se calcula recopilando los tipos de interés a los que se puede conseguir un préstamo significativo, y sin garantías, entre entidades financieras. De ahí, se elimina el 25% superior e inferior. El promedio resultante es la tasa Libor. Para cada una de las divisas se seleccionan anualmente entre 8 y 16 bancos.

Se sabe que sólo en Estados Unidos más de 10 millones de créditos hipotecarios aplican la tasa Libor para fijar la tasa que deben pagar los deudores. En el Perú, los bancos comerciales y las empresas que reciben créditos del exterior, usan mayoritariamente la tasa Libor en sus operaciones de financiamiento de mediano y largo plazo.

En 2012, se produjo un escándalo de repercusiones globales. Ese año, los reguladores de Estados Unidos y del Reino Unido impusieron a Barclays Bank una multa millonaria por la manipulación de la Libor, aunque luego se supo que en 2007 los reguladores tenían conocimiento de que los operadores financieros influían en este tipo de tasa de referencia y forzaban transacciones para que sus entidades bancarias obtuvieran beneficios indebidos, principalmente en las operaciones de derivados financieros. Aparentemente, entre 2006 y 2010, esto se convirtió en una práctica habitual.

En la investigación, se han involucrado a varios de los principales bancos del mundo y se condenó a prisión a un operador de una de estas entidades financieras. Debido a la falta de confianza en la transparencia con la que se genera la Libor, la UK Financial Conduct Authority (la autoridad financiera de Gran Bretaña) anunció en julio de 2017 que dejará de funcionar como tasa de referencia a partir del 1 de enero de 2022. Ante este anuncio, surgen varias preguntas. Para empezar, ¿qué van a hacer los bancos y empresas con los préstamos que van más allá del 2021 y en los cuales ya se fijó como tasa de interés a partir de la Libor? ¿Qué tasa de referencia van a utilizar en aquellos que se concerten a partir de esa fecha?

Estas preocupaciones son compartidas por todos los bancos, otras entidades financieras del mundo e, incluso, por los propios reguladores, quienes desde hace algún tiempo están en la búsqueda de una solución, sin que hasta la fecha se haya logrado un consenso sobre qué hacer. Sin embargo, sí existe unanimidad en que la Libor debe ser remplazada por otra, pues la ventaja de contar con una tasa de referencia es inmensa.

Hasta la fecha, ya se han encontrado algunas soluciones a este problema, dependiendo de la moneda. Así, se ha determinado que la tasa SOFR puede ser una buena opción para operaciones en dólares americanos; la tasa Ester parece ser la mejor solución para las operaciones en euros; la tasa Sonia para operaciones en libras esterlinas; la tasa Tonar para operaciones en yenes japoneses y la tasa Saron para operaciones en francos suizos. La mayoría han sido propuestas en base a la confiabilidad que ofrece la profundidad del mercado en el que operan. Dependerá de cada prestamista o contratante de derivados financieros si se opta o no por una de ellas. Respecto de los contratos vigentes en los que ya se ha pactado la Libor, las entidades financieras a nivel global han acordado utilizar esta tasa mientras sea publicada y, cuando esto ya no ocurra, casi todos los contratos han estipulado alguna fórmula para reemplazarla.

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