La pobreza obliga a niños andinos a trabajar para ganarse el sustento en Perú
Lima. Ernesto Quispe Rupalla es un adolescente de 13 años de etnia quechua que ha llegado a Lima para trabajar como lustrabotas proveniente de la región andina de Huancavelica, situada a 495 kilómetros al sureste de la capital peruana.
"Tengo tres hermanos menores, a quienes tengo que ayudar porque mis padres son muy pobres; las pocas tierras que tenemos solamente dan granos de maíz, papa y quinua, pero en (tan) poca cantidad que no alcanzan para mantener a la familia", relató.





