Por qué yo contrataría a alguien a pesar de un error en su CV
Excluir a un candidato a un puesto simplemente porque ha transcrito dos letras no tiene ningún sentido.
En una columna reciente sobre Sheryl Sandberg, escribí su nombre con una C. No tengo ni idea por qué lo hice, pero, cualquiera sea la razón, habiendo escrito “Cheryl Sandberg”, no me di cuenta. Revisé el artículo unas cuantas veces antes de entregarlo, como lo hago siempre, no vi nada fuera de lugar, y presioné “Enviar”. Afortunadamente, un editor lo notó, lo cambió y me dio una leve reprimenda.