Islas Malvinas: ¿británicos hasta la médula?
El verano de las Islas Falkland es un oxímoron: temperaturas entre cero y cinco grados centígrados, por no hablar del viento que viene cada tanto con un mensaje directo a los huesos. Para los isleños no es un asunto mayor, abrigados por la costumbre de haber vivido por años acá. El frío es un asunto cotidiano, pero no todos los días ellos deciden qué van a hacer con su futuro, no todos los días tienen la oportunidad de decirle a todos los que estén cerca que desean seguir siendo un ‘territorio de ultramar del Reino Unido’.





