Bancos nucleares
La paranoia es el único deporte en el cual el podio se encuentra invertido: todos los que compiten ganan. Por eso resulta tan aburrido. Gracias al desastre de Fukushima los sueños atómicos de Hugo Chávez quedaron descartados. De paso, quitó el suelo a los delirios de algunos analistas estadounidenses que anunciaban que Venezuela quería tener su propia bomba nuclear. Todo ello ocurrió hace un año. Como la realidad suele ser bastante más de lo que esperamos, en 2012 se reveló que en Caracas sí hay alguien ligado a las armas de destrucción masiva. Se trata de Casa de Bolsa del Caribe.





