La alfombra roja de Hollywood se vistió de rutilantes vestidos blancos y sobrios negros
La alfombra roja de los Óscar volvió a ser este año lo que se esperaba de ella: un desfile de gentes del cine luciendo sus mejores galas, pero sin grandes estridencias, pues el paseo por el bulevar Hollywood hasta el teatro Dobly parece ser en el que menos arriesgan las estrellas del celuloide, y hasta la mismísima Lady Gaga dejó en casa sus "looks" más osados y solo transgredió con unos atípicos guantes rojos.