El "gran cortafuegos chino", más ignífugo que nunca en su afán de filtrar la web
Pekín. Paso a paso, China cerca cada vez más el uso de internet: series de ficción censuradas, usuarios detenidos y, ahora, restricciones sobre las redes privadas virtuales (VPN) y el correo de Google, Gmail, dan muestra de la creciente capacidad del llamado "gran cortafuegos" de la potencia asiática.
Desde que se puso en marcha en 2003, este protocolo que bloquea páginas web y filtra los resultados en los buscadores ha intentando lo inicialmente impensable, poner diques al mar digital en el país con más internautas del planeta.





