¿Tiene pendiente una conversación difícil? Enfréntela, puede obtener buenos resultados
Decirle a una persona que no obtendrá el ascenso esperado, que su desempeño está por debajo de las expectativas o que sus desaciertos han afectado a la organización, sin duda, es una conversación difícil. Es un escenario poco deseable porque sabemos que, como jefes, tendremos que poner la cara a la decepción, frustración o ira de nuestro interlocutor cuando, en ciertos casos, no controlamos las variables que llevaron a esa decisión. Por eso, tendemos a huir de las conversaciones difíciles delegándolas o escribiendo un email para evitarnos las malas caras o las lágrimas.