Extraídos de la cerveza, desechos de la destilación encuentran un nuevo uso para la fabricación de detergente verde
Lovaina, Bélgica.- La creciente demanda por cervezas no alcohólicas había dejado a Anheuser-Busch InBev con un problema: qué hacer con el desperdicio de alcohol.
La cervecera más grande del mundo, dueña de Budweiser, Corona y Stella Artois, unió fuerzas con la belga Ecover, fabricante de productos de limpieza ecológicos, para crear un lavaplatos cuyo contenido es un 25% alcohol residual sobrante de la elaboración de cervezas sin alcohol Leffe y Jupiler.