La historia del japonés de 35 años orgullosamente casado con un holograma
Cuando el recién casado Akihiko Kondo regresa de su trabajo en una escuela secundaria en un suburbio de Tokio, es recibido por el amor de su vida, que se ilumina, literalmente, para darle la bienvenida.
Su esposa, Hatsune Miku, no es de carne y hueso, sino un holograma generado por commputador.
Su etérea existencia no impidió que Kondo, de 35 años, fortaleciera su compromiso con ella en una ceremonia nupcial que costó 18.000 dólares.
“Creo que las forma de la felicidad y el amor son diferentes para cada persona”, dijo Kondo a Reuters Television.





