Marca país: ¿Cuán efectivas son?
Agosto de 1992, el sol pegaba fuerte y los termómetros marcaban 45 grados a la sombra en Sevilla. Sin embargo, “un objeto virgen, blanco, natural, sin antecedentes, purificado por la larga travesía del mar” (como rezaba el catálogo), ofrecía refugio a los miles de visitantes de la Exposición Mundial. Se trataba del famoso iceberg antártico que trajo la delegación chilena. Un símbolo de frialdad, eficiencia y éxito, la antítesis del calor y la improvisación asociados a América Latina.