Matriz energética de Brasil pasa de la envidia a una víctima de la arrogancia
Sao Paulo. Hace apenas cinco años, la matriz energética "verde" de Brasil era la envidia de otras naciones dependientes de fuentes de energía más sucias y el orgullo de un gobierno convencido de que conducía al país hacia el estatus de superpotencia económica.
Tres cuartas partes de la electricidad brasileña provenía de centrales hidroeléctricas y los automóviles se movían principalmente a etanol de caña de azúcar.