Torres descorcha su nueva estrategia de crecimiento en China
Alberto Fernández sabe muy bien lo que significa el espíritu pionero y su importancia para hacer negocios en China. Hace diez años, desembarcó en Shanghai con la misión que su jefe, en España, le había asignado: introducir una antigua marca de vinos importados en un mercado vasto y desafiante. En aquella época, en China, el vino para mucha gente no era más que una bebida ácida producida por viñedos locales que necesitaba mezclarse con generosas cantidades de Coca-Cola o de Sprite para poder consumirlo.





