Flores, bombones y drogas
La muchacha avanza en la fila de inmigración en el aeropuerto de Buenos Aires, recibe su pasaporte y se dirige, nerviosa, a recuperar su maleta, donde trae una encomienda desde Lima. Puede que pase desapercibida. O puede que no. En ese caso pasará a formar parte de la legión de reclusas que llenan los penales latinoamericanos por quebrantar las leyes de drogas. Mientras tanto, en otro punto de la ciudad, a una muchacha de clase media alta le regalan su primer “porro”.





