Europa y el síndrome de Korsakov
El neurólogo Oliver Sacks saltó a la fama extramédica gracias al caso de un paciente aquejado del síndrome de Korsakov –por lo demás completamente sano– que no podía reconocer a su mujer, la confundía con un sombrero y trataba de ponérsela sobre la cabeza. Es una metáfora que ilustra lo que es hoy la situación de la economía en la zona del euro, tras el derrumbe de Grecia, Irlanda y Portugal. En esta secuencia, España se presenta como la próxima víctima propiciatoria, al menos hasta que se descubra que la relación deuda/PIB es más alta en Italia. ¿Caerá? ¿Caerán?





